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Written by Fidgit
When we began the kayaking portion of this journey, I did not anticipate that Bocas del Toro would be a base we kept coming back to. But I am forever grateful to its beautiful waters, kind people, and wild jungles.
Paddling back in to Bocas after 600 km from Lake Nicaragua, I felt as if I had just begun to find my stroke. The weather was amenable and as we returned to the waters which had buffeted us back on the first try, the difference was striking. A boat of tourists were out fishing and we chatted before pushing in the river mouth. A few hours later, as I glided over the smooth waters around the archipelago, they motored past, clapping and cheering us on. It put a smile on my face and suffused my heart with enthusiasm as I moved toward the cell phone tower which had become the beacon of our base.
While Neon and Richard were slated to return to their homes from Bocas, I did not feel like the Caribbean was done with me yet. I was sad to see them go and it was especially hard to let go of Neon but we spent several days in our End of Season Debrief, processing the season and discussing plans and ways ahead in future seasons.
For the present, though, she was done with kayaking while I felt as if I had just begun to find the space to receive what the waters had to teach. I did not want to curtail the message. But in order to meet it, I would have to let myself drift alone and in faith of whatever current might take me. I would have to trust “not doing” to get to the other side of this veil.
Doing this was hard. And it was scary.
More than usual, I found myself reaching out for affirmation, even as internally I prepared for rejection because I felt I had failed and betrayed “The Plan”. Yet, it is at these lowest moments, when I feel beaten, broken and unsure, that the magic takes over.
Magic finds you. But you make the choice whether to answer. If you do, you will have to work for it. You will have to make a leap just to get started. A leap with no guarantees.
Stepping into this space of uncertainty and intangibles I met with exactly the support which I couldn’t dare to hope for. Our Patreon community held me tenderly and kept me strong as I confessed my fear and uncertainty.
I spent a week in a little cabaña tucked away at a corner of the town and watched the plants and birds and people. I meditated, cried, wandered aimlessly, napped prolifically, and paddled around asking about the chance of hitching on a sail boat.
I met wonderful people, like Jon who grew irises and always shared oranges and apples with the local kids; and Steve who flies, sails, and with whom conversations could drift from the mechanics of our boats to the pretty pebbles at our feet. On my final day there, two wonderful women who were Peace Corp volunteers in Costa Rica moved in next door. In each of them I found strength, passion, and insight. Enough to nurture my daunted soul into trying what I had been told was impossible. What had dealt me a harsh blow at the end of last season.
The Darien Gap.
Months ago Zack told Neon about Ilene, a kayak guide in the Guna Yala (more widely known as the San Blas Islands). I found her website and every word and picture reflected her passion for enjoying and advocating for that region and its people. I contacted her on Instagram, we chatted via Whatsapp, and she had a bubbly spirit. A balm to my blues. A week later she secured me the opportunity to work alongside her with a tour group heading into the Guna Yala which would pay my entrance fee to the comarca. All I had to do was get there.
It was a chance to approach the Gap from a different angle. At the end of last season, chatting with a man in Puerto Obaldia, Panama about our idea to hike out of there he had said, “there are only two ways into or out of this town: in a plane or in a boat.”
Well, now I have a boat. I found a woman who knows the people and the waters. I’m off script and that’s okay because the sea is calling.
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Pivoteando en Bocas del Toro
Escrito por Fidgit
Traduccion por Fabiana Grespan Vial
Cuando comenzamos la parte de este viaje en kayak, no anticipé que Bocas del Toro sería una base a la que seguiriamos regresando. Pero siempre estaré agradecida con sus hermosas aguas, su gente amable y sus selvas salvajes.
Remando de vuelta a Bocas después de 600 km del Lago Nicaragua, sentí como que justo empezaba a encontrar mis remadas. El clima fue dócil y mientras regresamos a las aguas que nos habían abofeteado en nuestro primer intento, la diferencia impactante. Un barco con turistas estaba de pesca y conversamos antes de seguir a la boca del río. Unas horas después, mientras yo deslizaba en las suaves aguas alrededor del archipiélago, ellos nos pasaron con el motor, aplaudiendo y haciéndonos porras. Eso puso una sonrisa en mi cara e invadió mi corazón de entusiasmo mientras me acercaba a la torre de telefonía móvil, la cual se había convertido en nuestra base.
Mientras Neon y Richard habían anunciado su retorno a casa desde Bocas, yo no sentía que el Caribe estaba listo conmigo. Estaba triste de verlos partir y fue especialmente fuerte ver partir a Neon, pero pasamos varios días en nuestra interrogatoria de Final de Temporada, procesando la temporada y discutiendo los planes y maneras por adelantado de nuestras futuras temporadas.
Por el momento, sin embargo, ella no quería hacer más kayak mientras que yo sentía que apenas estaba comenzando a encontrar mi espacio para aceptar lo que las aguas tenían que enseñarme. No quería recortar el mensaje. Pero para encontrarlo, debía dejar que me llevará la corriente con fé, divagando. Tendría que confiar en “no hacer” para llegar al otro lado.
Hacer esto era difícil. Y también me daba miedo.
Más de lo normal, noté que estaba en busca de afirmaciones, incluso cuando me preparaba internamente para el rechazo porque sentía que había traicionado “El Plan”. Sin embargo, es en estos momentos bajos, cuando me siento azotada, rota e insegura, que la magia se hace cargo.
La magia te encuentra. Pero tu tomas la decisión si responder o no. Si lo haces, tendrás que trabajar por la misma. Deberás tomar el salto para comenzar. Un brinco sin garantias.
Adentrandome en este espacio de incertidumbre e intangibles fue que conocí exactamente el soporte que jamás hubiese atrevido a esperar. Nuestro Comunidad Patreon me sujetó con ternura y mantuvo fuerte mientras confesaba mis miedos e incertidumbres.
Pasé una semana en una pequeña cabaña resguardada en un esquina del pueblo y observe plantas y aves y personas. Medité, lloré, divague sin rumbo, tome siestas, y reme alrededor preguntando sobre cuál era mi posibilidad de agarrar aventón en un barco de vela.
Conocí excelentes personas, como Jon quien cultiva lirios y siempre comparte naranjas y manzanas con los niños locales; y Steve quién vuela, velerea, y con quién las conversaciones podían variar desde la mecánica en barcos hasta las piedras preciosas bajo mis pies. En mi último día ahí, dos maravillosas mujeres quienes eran voluntarias de Peace Corp en Costa Rica se mudaron a la habitación de alado. En ambas encontré fuerza, pasión, y visión. Lo suficiente para nutrir mi alma intimidada para intentar lo que me habían dicho era imposible. Lo que me había dejado derrotada al final de la temporada pasada.
El Tapón de Darién.
Hace unos meses Zack y Neon dijeron a Ilene, un guía de kayak de lo Guna Yala (mejor conocidas como las Islas San Blas). Encontré que en su sitio web y cada palabra y foto reflejaban su pasión por disfrutar y defender la región y su gente. La contacté por Instagram, chateamos por Whatsapp, y tenía un espíritu burbujeante. Un aceite para mis burbujas. Una semana después me aseguró la oportunidad de trabajar junto a ella con un grupo turístico que se dirigían hacia Guna Yala lo que pagaría mi entrada a la comarca. Todo lo que yo tenía que hacer era llegar al punto de encuentro.
Era mi oportunidad de acercarme al Tapón de Darién desde un ángulo diferente. Al final de la temporada pasada, conversando con un hombre en Puerto Obaldia, Panama sobre nuestra idea de caminar saliendo de la zona nos dijo, “sólo hay dos maneras de entrar y salir de este pueblo: en avión o en barco.”
Bueno, ahora tengo un barco. Encontre una mujer que conoce a la gente y sus aguas. Estoy fuera del guión pero no importa porque el mar me llama.
Comments (2)
hi Fidget brava on your journey! please can you share contact info for Ilene, the kayak guide? Or pm it to me ..
Here you go!
https://ileneinakayak.com/
She is THE BEST.